Repelente de Mosquitos
Repelente de mosquito natural y fácil de elaborar con NATSOL PRODUCTS
Sin duda alguna cuando se trata de poner algo en nuestra piel no pensamos mucho en lo que en realidad nos estamos poniendo y pudiera estarse trayendo problemas despues.
Se habla que alrededor del 30 por ciento de las personas en Estados Unidos utilizan DEET año tras año por medio de su repelente de mosquitos. Lo que no saben es que este producto químico--aunque generalmente eficaz para ahuyentar a los insectos--puede tener repercusiones mortales.
De 1961 a 2002, la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades reportó ocho muertes relacionadas con la exposición al DEET.
3 de ellos fue debido a la ingestión deliberada, pero cinco de ellos se produjeron después de aplicar DEET sobre la piel de niños y adultos.
También se han reportado efectos psicológicos incluyendo estado mental alterado, alucinaciones auditivas y agitación severa.
En los niños, los síntomas más frecuentes de toxicidad al DEET reportados a los centros de control por envenenamiento fueron letargo, dolores de cabeza, temblores, movimientos involuntarios, convulsiones y ataques. Además, en un estudio de más de 140 empleados del Servicio Nacional de Parques, el 25 por ciento informó efectos en la salud que atribuyen al DEET, incluyendo:
Erupciones en la piel
de la mucosa
Irritación
Irritación
Entumecimiento transitorio o labios ardientes
Mareo
Desorientación
Dificultad para concentrarse
Dolor de cabeza
Náusea
Además, el farmacológico del Centro Medico de la Universidad Mohamed Abou-Donia pasó 30 años investigando los efectos de los plaguicidas.
Él descubrió que la exposición prolongada al DEET puede alterar la función celular en algunas partes de su cerebro--demostrado en el laboratorio por la muerte y cambios de comportamiento en las ratas que utilizaron DEET de manera frecuente o prolongada.
Otros posibles efectos secundarios del DEET incluyen:
Pérdida de la memoria
Dolor de cabeza
Debilidad muscular y fatiga
Dificultad para respirar
Dolores musculares y articulares
Temblores
Otro producto químico potencialmente dañino presente en muchos insecticidas es la permetrina. Este producto químico es un miembro de la familia del piretroide sintético, que son neurotoxinas.
La EPA incluso lo ha considerado cancerígena a esta sustancia química, capaz de causar tumores de pulmón, tumores hepáticos, problemas del sistema inmunológico y anomalías cromosómicas.
La permetrina también es perjudicial para el medio ambiente y es particularmente tóxica para las abejas y la vida acuática. También hay que señalar que la permetrina es altamente tóxica para los gatos.
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