URTICARIA
La urticaria es una enfermedad de la piel.
Que se caracteriza por lesiones cutáneas edematosas de contornos delimitados y un halo evanescente y cambiante. La urticaria va acompañada, generalmente, de prurito o picazón.
Este tipo de lesiones se denominan habones y son la consecuencia del edema y vasodilatación de la dermis superficial. Los habones suelen durar entre dos a seis horas a partir del brote, aparecen y desaparecen espontáneamente y no dejan cicatriz ni lesión en la piel después de desaparecer.
Cuando la urticaria dura más de seis semanas, se le considera urticaria crónica. Esta afección altera el sistema nervioso y afecta al cuerpo en general por la histamina. Es una enfermedad frecuente que puede aparecer en cualquier edad, aunque los niños y jóvenes parecen sr más sensibles a padecerla.
Síntomas:
Hinchazón y picazón en la piel.
Piel cubierta de pequeños anillos de color rojo o manchas.
Pápulas o verrugas en el cuerpo que provocan fuerte picazón.
Las formas varían y desaparecen y aparecen en minutos u horas.
Se puede experimentar algunas lesiones rosadas en todo el cuerpo de diferentes tamaños.
Dificultad para respirar o tragar.
Ansiedad que puede producir latidos rápidos e irregulares del corazón.
En ocasiones se puede sufrir pérdida de la conciencia, mareos y/o desfallecimientos.
Causas:
Un cuerpo intoxicado o demasiado lleno de toxinas o desechos innecesarios que se acumulan debido a una dieta deficiente, alta en comida procesada, refinada, lácteos (provenientes de la vaca) y quesos fermentados y condimentados.
Intestinos en mal funcionamiento que no se dan a basto a eliminar toxinas.
Sangre (y organismo en general) contaminada debido a la inadecuada eliminación de desechos tóxico lo cual puede dar lugar a todo tipo de alergias a medicamentos y/o algunos alimentos como leche, nueces, huevos, mariscos, etc.
La exposición a polvo, pelusas o pelo de animales como el de gato, reacciones que se generan debido al cuerpo intoxicado.
Usar prendas muy apretadas ya que impiden la circulación de materia de desecho la cual se acumula en las zonas donde no se permite el flujo sanguíneo adecuado.
Exposición a climas extremos como mucho calor o frío.
El contacto con el sudor (transpiración) cuando este es muy ácido. o la excesiva exposición al sol.
Ambiente estresado, o con fuetes presiones.
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