El que calla frente al mal, participa de él

El que calla frente al mal, participa de él.

En este momento usted observa a una persona que está matándose con la alimentación. Observa que come cosas que sabemos que va en contra de su salud.

¿Si usted supiera que puede llegar a enfermarse, por el abuso de su alimentación, se quedaría callado?

Estoy más que seguro que no. La biblia dice ama a tu prójimo, como tú mismo te amas.

De esto se trata este programa de Soluciones Naturales.

Yo sé que mucho piensan que solo se trata de vender mis productos y de pronto hacerme rico. Pero no solo están fríos con ese pensar, si no también están desenfocados de lo que realmente es la esencia de nuestro programa.

Por qué saco esto a relucir:

Recibí una carta de un pastor, bueno eso es lo que dice en su carta. Esta persona se tomó el tiempo y el esfuerzo en escribirme y le doy gracias por ello.

En su carta decía, que yo criticaba mucho a las personas que comían tacos, plátanos fritos y tantas cosas que van encontrar de su salud.

Cuando este programa, es solo un eco de cientos de estudios donde están notificándonos que ese estilo de alimentación está enfermando y matando a nuestra gente.

Con esto en mente: ¿Usted cree que yo me voy a callar de decir que lo que estamos comiendo es malo?

En esta vida usted tiene 2 opciones, una es no escuchar mi programa y la otra es escucharlo porque usted quiere tener las herramientas para no ser parte de las estadísticas mundiales de las enfermedades. Así de simple.

¿Entonces según este auto proclamado pastor, tengo que callar ante el abuso que mis seguidores tienen con esa alimentación mala, porque al final, no es mi vida la que está en juego? ¿No es mi propia salud?

Con eso en mente me pregunto ¿Dónde quedaría el amor al prójimo cuando sabemos que está haciendo alimentación mala y no lo prevengo al decirlo?

Imagínese en este momento que usted conoce un disque guías espirituales y por razón de sus malos amores, porque no hay otro calificativo, este mal pastor solo predica lo que la gente quiere escuchar, porque si no se le van los feligreses y estos feligreses se sentirían mal.

Usted va a la iglesia y este auto-proclamado pastor comienza a hablar:

«Vivan como usted quiera, no hay problema, Dios no pierde a nadie; aquí lo que importa es que tengas la fe cristiana.

Dios no perderá lo que redimió, no va a perder a aquellos por quienes su hijo derramó su sangre.

Y si usted quiere disfrutar con los espectáculos públicos, no tengan problema.

¿Qué tienen de malo?

Vayamos entonces a celebren tranquilos todas las fiestas paganas, de los que participa toda la ciudad, entre la alegría de los comensales y de los que creen que se alegran con los festines públicos, cuando en realidad se pierden. Dios igual te quiere y su misericordia es grande y todo lo perdona. Dale corónate de rosas antes de que se marchiten. Entren a la casa del señor y celebren con todos los que quieran; satúrense y llénense de vino y cerveza en compañía de los

que están con ustedes. Para esto se les han dado estas criaturas, para que disfruten de ellas. Dios no las dio a los paganos y malvados, y los privó de ellas a ustedes».

Imagínese que siendo usted un oidor en esa iglesia de este pastor lo escuchara aconsejar todo esto, estoy más que seguro que este pastor reunirías millares de seguidores, fuera popularísimo entre las multitudes.

De pronto hay algunos que, al escucharnos decir esto, pensaría que no sería sabio hablar estas cosas así. Pero estoy seguro que serían pocos los que se ofenderían, y este pastor se congraciaría con la muchedumbre.

Pero bien sabemos que si un pastor, o simplemente un feligres dijera esto, no estaríamos proclamando la palabra de Jehova Dios, ni la de su hijo Jesucristo, sino la nuestra propia, seríamos pastores que se apacientan a sí mismos, no a las ovejas.

Porque no alcanzará misericordia, quien abusa de la misericordia.

Mi pregunta es la misma

¿Sería sabio callarme cuando estamos alimentándonos mal espiritualmente y corporalmente?

Sin duda que no. Por eso como lo he dicho mis palabras no son muy populares, porque son para el que está haciendo mal, deje de hacerse mal.

No soy como el pastor popular y cool que no cuidan a los enfermos.

La biblia dice «No han fortalecido a las ovejas débiles… no han cuidado a las enfermas» …

La biblia habla a esos pastores malos, a los pastores falsos, a los que buscan sus intereses, no los del hijo de jehová Dios Jesucristo; lo cual ellos se gozan de la comodidad que les dan la leche y la lana, descuidando por completo las ovejas y no robusteciendo la que se encontraba enferma.

Esto es en la parte espiritual y es lo mismo en la parte corporal.

Fíjate en aquellos hombres que quieren vivir rectamente, que se han determinado a vivir de esta forma y que, sin embargo, no están tan dispuestos a soportar los males como preparados para realizar el bien.

Pertenece a la firmeza cristiana no sólo obrar el bien, sino también tolerar el mal, el tolerar los tacos llenos de fritos, a tolerar el café, a tolerar que usted se mate corporalmente y destruye con estos habitos malos ( Palabra que yo no invente ) el regalo y la dadiva de la vida que Jehová Dios le dio.

Quienes, por un mal deseo, siendo amantes del mundo, se retraen de las buenas obras, yacen enfermos y lánguidos; éstos, por su misma enfermedad, como hallándose sin fuerza alguna, no pueden obrar bien alguno.

Como podrán notar es muy clara es la diferencia entre pastores buenos y malos o cristiano buenos y malos. Porque todo buen humano, guía religioso o llámese como se llame «dan la vida por las ovejas» (Jn 10,11), y los segundos son «mercenarios y no les da cuidado de las ovejas» (Jn 10,13).

Hay quienes buscamos los intereses de Jesucristo, no los nuestros propios; otros, buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.

Los primeros son una sola cosa con Jesucristo y vibran por el celo de la unidad de la Iglesia; los segundos se han desgajado de Jesucristo y son causa de división y sobre todo de dar rienda suelta a cualquier obra que, aunque vaya en contra de su salud espiritual o corporal no dicen nada.

Porque al final del día no les interesa.

¿Entonces dejare yo de hablar estas cosas que son mala para su salud?

Absolutamente y rotundamente NO.

Porque a nosotros si nos interesa la salud de usted, no solo para vender nuestros productos que han sido elaborados para dar las herramientas a su cuerpo para ayudarlo, pero para salvaguardar y evitar la muerte prematura por negligencia alimentaria.

¡Eso es lo que pienso yo, no sé qué piense usted pastorcito!

Dr. Saldana